lunes, 8 de septiembre de 2008

Políticas de inmigración

Ella no podía estarse quieta. Madrid se le había quedado demasiado pequeño, limitado en posibilidades.

Demasiada pasión loca por su profesión, la de educación social.

America del sur ofrece muchas posibilidades de ayudar y quizá más de ser ayudado y allá se fue. Una experiencia de 6 meses en Venezuela y de vuelta a Madrid, pero en Madrid volvió a encontrarse algo perdida, algo encerrada entre tanto asfalto y con dificultades para desarrollar el trabajo que ella deseaba.

Surgió la oportunidad de ir a Ecuador de coperante, y allá se fue. De Ecuador se enamoró totalmente, porque hace falta tener la locura que te provocan las endorfinas para superar todas las dificultades inesperadas que surgieron en la primera parte del viaje: cooperantes españoles que de cooperantes tenían poco y de vividores todo y que hicieron imposible su convivencia en el piso cuando más sola debió sentirse, compañeros de trabajo que no respetaron, ni fueron capaces de entender ni valorar su conocimiento y las que quizá se podían esperar, pero que no esperas que a ti te ocurran: parásitos en la sangre por la escasa salubridad de las verduras y el agua.

A pesar de volver a un Ecuador conocido siguieron surgiendo cosas que quizá se podrían esperar pero que no esperas que te ocurran a ti y entonces, ante la dificultad de conseguir papeles para casarse, decidieron no dejar que la vida les robase la oportunidad de su luna de miel y se fueron de viaje, al límite de tiempo consiguieron casarse y ella decidio volver a España con el billete reservado muchos meses antes de que todo sus planes dieran un giro inesperado. Se acababa el sueldo de cooperante y ella nesesitaba el apoyo de su familia y cuidarse mucho.

Para el bebé, pasará mucho más tiempo hasta que pueda ver a su padre que hasta que asome al aire de este mundo. Desafortunadas políticas de inmigración.

El embajador de España en Ecuador les dijo que en este caso: ella española, su marido de Ecuador y el bebé del mundo, pagan justos por pecadores. Desafortunada frase.

¿Qué es lo justo y quién los pecadores?. ¿Acaso es justo que nazcamos en desigualdad de oportunidades?

La reagrupación familiar en España tardará un mínimo de año y medio. Si ella quiere estar con su marido y su hijo, antes de que el niño haya dejado de ser un bebe, tiene que ir a Ecuador.

Egoístamente quiero que ella se quede aquí, para tenerla cerca, es de las pocas amigas que me quedan de la infancia y es alguien demasiado especil. También me da miedo que la vida le sea demasido dura en ese otro contienente.

Desde el año miles de emigrantes ecuatorianos han emigrado e España con la intención de progresar en sus vidas y tener un futuro mejor, para ellos y para sus hijos. En el año 200X, España corta de raiz la entrada de imigrantes de Ecuador. No hay posibilidad de visado, ni viajes de estudio, ni de turismo, no hay posibilidad de contratos en el origen.

lunes, 18 de agosto de 2008

Madrid

Llevo ya bastante tiempo queriendo escribir sobre la ciudad en la que vivo y que siento mía: MADRID, con la es inevitable establecer, lo que yo llamo una profunda relación de amor-odio: no se puede vivir con ella pero sin ella tampoco.

Madrid es una ciudad de veranos demasiado calurosos, demasido asfalto y polución e individualismo por doquier. Tiene excesivo tráfico y lineas de metro muy saturadas.

Madrid lo que tiene, principalmente, es demasiada PRISA.

Llegué aquí sorprendida por la peculiar belleza de de una gran urbe llena de árboles (es la segunda ciudad del mundo con más árboles, depués de Tokio), que la hacen acogedora en cierto modo.

No me gustaba mi barrio de altos edificios, con sucursales bancarias en los bajos y me escapaba al de al lado, un oasis de casas bajas que dejan a la vista mucho cielo, calles con mil recobecos y esencia de pueblo, a pasar tardes enteras en aquel banco de piedra sobre el suelo de arenilla -hoy asfaltado-, charlando de todas las cosas importantes de la vida que se hablan a los 12 años.

Madrid me ha visto crecer y trasnochar de vez en cuando por los bares de Argüelles y Moncloa, Bilbao, Alonso Martinez y Huertas, por este orden empezando desde casi la adolescencia, en
noches de emborrachada felicidad y amistad eterna y sin estrellas y es que Madrid no duerme.

He podido ver como en Navidad las calles del centro se llenan hasta rebosar la gente, algunos con pelucas de colores del peculiar mercadillo de la plaza mayor en el que se mezclan figuritas del
belén con todo tipo de parafernalia carnavalesca, las luces de neon junto a los adornos navideños, las bolsas de regalos y lo irónica que puede llegar a ser la vida para mucha gente.

La ciudad también me ha visto enamorarme y dar paseos mágicos en la madrugada rodeada de majestuosos edificios, para finalizar en Cibeles, esperando el buho, junto a muchas caras
cansadas pero felices o quizá no tanto, pero con el claro reflejo de que esa noche, habían vivido.

Me he manifestado en sus calles, bajo el sol y la lluvia... junto a centenares de personas, de todas las edades y con la mente de todos los colores y es que Madrid tolera y adapta al paso te
adaptas a ella. Está más que acostumbrada a que cada uno sea de su padre y de su madre, y que cada uno haga su vida. Te permite tener toda la privacidad e independencia que puedas
desear al mismo tiempo que te hace echar de menos la cercanía de la gente.

He visto arder una torre y al mismo tiempo que he visto crecer otras cuatro moles de hormigón mucho más altas, levantados a velocidad de planta por semana. Las cuatro torres casi con nombre de película de aventuras imposibles, que señalan Madrid desde puntos kilométricos bastante lejanos y que ensombrecen el norte del Paseo de la Castellana y la pista a la que voy a patinar. Símbolo de progreso de la ciudad pero con más inconvenientes que ventajas.

Madrid es una ciudad abierta, de gente muy distinta y que sonrie poco en el metro, gente que sale muy temprano de casa para ir a trabajar recorriendo largas distancias en tren, metro, coche o autobus y que por lo general vuelve tarde a casa. Gente que ve las distancias de otro modo y ha desarrollado una asombrosa para habilidad para hacer malaberes con el tiempo.

La ciudad ofrece prácticamente todo lo que se te pueda ocurrir, pero supone un reto a la hora de encontrar la tranquilidad y el tiempo necesarios para poder disfrutarlo.

Vivir en Madrid hace que cada cierto tiempo tengas la imperiosa necesidad de salir para ver paisajes más salvajes y más verdes, para pisar tierra y ver estrellas.... y siempre, VOLVER a Madrid.

Del hastío ¿la creatividad?

Dice mi novio que del hastío nace la creatividad...entonces, ¡espero crear unas buenas líneas de texto hoy!

Hoy he madrugado para ir a trabajar a la oficina. No había mucho trabajo, estamos en Agosto, mes por excelencia de vacaciones en España, y lo poco que había que hacer no sabía muy bien por donde cogerlo, es lo que tiene llevar poco en el nuevo departamento... Desde luego hoy mi trabajo me ha motivado cero patatero aunque supongo que los lunes depués de tres días de fiesta, son en general, poco motivadores.

He visto tres horas de televisión, deberían meterme en la carcel y hasta el momento poco más que contar, (deberían meterme en la carcel con cadena perpetua).

En fin, nunca es tarde para que el día mejore, mejor dicho: para mejorar el día, soy de las que piensa que la suerte hay que buscarla. Espero seguir pensándolo si es que vienen tiempos peores...

jueves, 7 de agosto de 2008

Priorizando...

A veces he puesto excusas para no quedar con mis amigos porque simplenmente no me petecía, porque consideraba que hacer otras cosas era mejor para mi, pensaba que no hay que hacer lo que a uno no se sale de forma natural.

Me estoy dando cuenta de que no es buena práctica, gracias a lo que me hn dicho: es normal que no siempre te apetezca estar con tus amigos, pero merece la pena quedar cuando no te apetece, por todas las veces que si te apetece. Si lo piensas es tan obvio, sencillo...

Por otro lado hacer siempre lo que te apetece es demasiado peligroso, porque casi todo en esta vida requiere esfuerzo por pequeño que sea. Esforzarse, aunque no siempre sea lo que más apetezca hacer, te hace más feliz que no hacerlo.

Las personas en general, son de lo que más me nutre y pasar tiempo con la gente con la que tengo algún tipo de vínculo es una de las cosas que más feliz me hace. Creo que no debo, por lo tanto, desaprovechar oportunidades para cuidar a los amigos.

martes, 5 de agosto de 2008

Cuando sueñas estas vivo

Cuando sueñas estas vivo, cuando dejas de hacerlo vives en una especie de letargo y de repente te das cuenta de que el tiempo está pasando demasiado deprisa.

Supongo que en parte, comienzo este blog porque siento que mi capacidad de soñar se está apagando un poco y sólo tengo 29 años. Quiero cambiar esto y escribir, en cierto modo, te obliga a reflexionar, a mirar alrededor, a mirarte a ti mismo, a crear, a proyectar...y personalmente es algo que me gustaba hacer, ¡y veo que me sigue gustando! ¿por qué llevo tan tiempo sin intentarlo entonces?. Intuyo que hay más de un motivo..., lo que empiezo a tener claro es que cualquier momento es bueno para retomar lo que te gusta hacer, si lo sabes, si no, merece la pena esforzarte y probar para averiguarlo.

lunes, 4 de agosto de 2008

Título del blog

He estado pensando un rato si existía algún sinónimo de la palabra "soñar" y no he encontrado ninguno... No se puede poner eñes en la URL de blogspot.

Finalmente me he quedado con "imaginar".

Os dejo, por ahora, con una frase que mucha gente de mi generación recordará: "tienes 10 segundos para imaginar ...1 ...2 ...3 ...4 ...5 ...6 ...7 ...8 ...9 ...10. Si no has imaginado nada, no deberías ver tanta televisión", ¿os suena?, yo de pequeña no la entendía...